Comentaré aquí algunas imágenes de una capital centroeuropea cuyas calles y edificios han visto y sufrido algunos de los avatares que han dado pié a esta Europa que no acaba de despegar unida.
Se trata de Praga, la histórica capital del Reino de Bohemia
Un ejemplo es la plaza Wenceslao, que ha visto en varias ocasiones como el descontento del pueblo checo era aplastado por el ejército, pero no por ello dejaron de salir a ella en masa a defender sus derechos.
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| Paza Wenceslao |
No es por su excepcional belleza, ni siquiera es peatonal, pero singulares edificios como el hotel Europa, o el Museo Nacional en uno de sus extremos, nos van situando en la historia.
No menos historia ha contemplado la Catedral de San Vito, situada dentro del complejo del Castillo de Praga considerada la fortaleza medieval mas grande del mundo.
La Catedral, fué comenzada a construir en 1344, la primera piedra fue colocada el 21 de noviembrede por el arzobispo de Praga, Ernesto de Pardubice.
Diseñada por el arquitecto francés Matías Arras, se inspiró en las catedrales góticas de Toulousse y Narbona.
Tras la muerte del francés tendría varios maestros de obra, éstas también se interumpieron por la Guerra de los Treinta Años, así como por falta de presupuesto.
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| Vista de la torre de la fachada sur y la puerta Dorada y de una de las torres de la fachada oeste |
Con todo ello, no se vería terminada hasta 1839 y se abriría al público casi cien años más tarde.
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| Vista parcial del complejo del castillo en el que destaca la Catedral |
La Catedral es icono ya no sólo de Praga sinó de la República Checa, en ella se enterraron reyes de Bohemia, pero también fué el lugar de su coronación. En la capilla de San Wenceslao, hoy denominada Cámara de la Corona, se guardan las Joyas de la Corona Checa, símbolo del pasado monárquico de Bohemia.
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| Los dorados rayos del sol del ocaso iluminan el castillo y se reflejan en el Río Moldava |
El Castillo es visita obligada, no sólo por la catedral, sino por el resto de estancias visitables. Es singular el Callejón del Oro, formado por casitas de colores construidas a finales del siglo XVI en el muro del castillo con el propósito de alojar a sus guardianes. Años mas tarde, fué el gremio de los orfebres quién las ocupó, y a ellos debe la calle su actual nombre. En el siglo XIX fueron habitadas por mendigos, entre los años 1916 /17, el número 22 tuvo un huésped ilustre: Franz Kafka.
Poco tiempo después fueron desalojadas y dedicadas a tiendas de souvenirs y museos, que es la función que desempeñan actualmente.
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| Callejón del Oro, con la vivienda de Kafka en primer plano |
La Plaza de la Ciudad vieja es uno de los lugares mas agradables, y también transitados, de Praga. En ella desembocan interesantes callejuelas que invitan al paseo. También la rodean edificios como la Iglesia de Týn, o el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, famoso por albergar el Reloj Astronómico
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| Izquierda: Torre del Ayuntamiento,derecha superior: detalles del Reloj Astronómico, inferior: aspecto de la Plaza presidida por la Iglesia de Týn |
Cuando se acercan las horas en punto, si cabe, se llena más de gente, para contemplar la ceremonia del reloj y el desfile de los doce apóstoles por las ventanas superiores.
No muy lejos se encuentra el que quizás sea el más famoso monumento de Praga: el Puente Carlos IV, que comunica la ciudad vieja y la nueva.
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| Vista del Puente Carlos, con la Iglesia de Týn al fondo |
A ambos lados se distribuyen treinta réplicas de estatuas cuyo original se encuentra en el Museo Nacional, y en las casamatas de Slavin. La más conocida es la de San Juan Nepomuceno, sobre la que existe la leyenda de que si frotas su base en la que se representa su martirio y pides un deseo te será concedido.
También encontramos músicos, pintores y variopintos artistas que intentan ganarse la vida entre los ríos de turistas que circulan por él.
Callejeando, nos encontraremos la torre de la Pólvora, una ennegrecida construcción que fué una de las trece puertas de la muralla por las que se accedía al aciudad, y más tarde se utilizó como almacén de pólvora, de ahí su nombre. Contrasta con el adyacente edificio de la Casa Municipal de arquitectura Art Nouveau. Destaca además de por su interés arquitectónico, por su importancia
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| Torre de la Pólvora y Casa Municipal |
histórica, pues fué testigo en 1918 de la declaración de la Independencia de Checoslovaquia. Su fachada principal está decorada por estucos y estatuas y un gran mosaico semicircular en lo alto. En su interior se encuentra la principal sala de conciertos de Praga, con una acústica envidiable.
Pose indudablemente menos historia, pero no menos singularidad la Casa Danzante (Dancig House)
inspirada en Fred Astaire y Ginger Rogers, e ideada por Frank Gehry y V.Milunic, se construyó entre 1994 y 1996 en hormigón, acero y cristal.
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| Dancing House |
Fué encargada por la multinacional holandesa ING para convertirla en su sede nacional en la República Checa.
Es recomendable, la visita a la fuente luminosa de Frantisek Krizik, el Edison checo, conocida como la fuente Krizik. Construida para la Exposición Nacional en 1891.
Era una novedad para su época con chorros de veiticinco metros de alto y luces de colores.
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| Tres momentos de la Fuente Krizik |
Hoy en día, se ha ido adaptando y se ofrecen espectáculos de danza con música clásica y moderna. con un aforo de unas 2500 personas. No permiten el uso de trípode.
El barrio Judío, con el cementerio y las seis sinagogas, de las cuales la más reseñable sin duda, y no por amor patrio, es la Sinagoga Española, especialmente su interior, es también visita obligada
En ellas se nos refresca la memoria sobre un pasaje de la historia que, aunque duela, no conviene olvidar para evitar su repetición.
Aunque no suele aparecer como una de las primeras opciones en las guías turísticas, bien se merece una visita el Vysehrad, para un tranquilo paseo, y también para visitar la Iglesia neogótica de San Pedro y San Pablo
Anexo a ella está el cementerio, donde reposan checos ilustres como el compositor Dvorak.
Al Vysehrad se accede por la puerta de Tabor y la primera edificación que encontramos es una singular construción románica de planta circular, la Rotonda de San Martín.También encontraremos aquí aunque no siempre abiertas al público las casamatas subterráneas que ya cité.
Conviene asistir a alguna obra de teatro negro si disponemos de tiempo.La oferta es amplia.Además de todas estas visitas, como en todas partes, lo mejor está en perderse por sus calles y disfrutar de todo aquello que no nos meten por los ojos los touroperadores, ya que además de descubrir rincones que otros menos curiosos no han visto, nos alejamos del bullicio de de todas esas zonas turísticas masificadas.
Aunque no suele aparecer como una de las primeras opciones en las guías turísticas, bien se merece una visita el Vysehrad, para un tranquilo paseo, y también para visitar la Iglesia neogótica de San Pedro y San Pablo
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| Torres de la Iglesia y los tres portones de su fachada principal |
Al Vysehrad se accede por la puerta de Tabor y la primera edificación que encontramos es una singular construción románica de planta circular, la Rotonda de San Martín.También encontraremos aquí aunque no siempre abiertas al público las casamatas subterráneas que ya cité.
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| Puerta de Tabor y rotonda románica |
